En 1990 Kodak lanzó la cámara digital DCS-100, el primer modelo profesional que salió al mercado. Llevaba un sensor de 1,3 píxeles que se almacenaba en una memoria de 200MB de memoria. Se le podía conectar una unidad con un monitor en blanco y negro y un disco duro para almacenar y examinar las imágenes. La cámara con los accesorios pesaba 25Kg y costaba 30.000 dólares.
En 1994, Apple lanzó su primera cámara digital, la Quicktake 100. Su precio relativamente bajo, unos 999 dólares, que hizo que la comodidad de la fotografía digital comenzara a tener más peso que las reservas acerca de la baja calidad de las imágenes.