El crecimiento y la accesibilidad de Internet revolucionaron la forma de ver, usar y comprar las imágenes, pues permitía que una imagen fuera vista por millones de personas a la vez. El original de la foto se encuentra en el ordenador del propietario, y cualquiera que visite su Web puede verla.
Los fotógrafos ya no necesitaban intermediarios para publicar sus imágenes a escala nacional o internacional. Y los usuarios de Internet se convirtieron en los mayores productores y consumidores de imágenes.