Crecimiento de la fama
La televisión empezó a ganar terreno a costa de ciertas revistas de carácter popular. Para atender la demanda de fotografías de estrellas de cine, la televisión y la música, apareció un nuevo tipo de fotógrafo: el paparazzo.
Llamado así por el fotógrafo de actualidad de la película La dolce vita, el paparazzo era inmune a las inclemencias del tiempo o los insultos; era incansablemente tenaz y poseedor de una extraordinaria movilidad, y su objetivo no era la persona, sino el famoso. Por el contrario, los paparazzi ignoraban el permiso y la privacidad. Se ayudaban de objetos de gran longitud focal (600mm o más) con una película muy sensible y de gran calidad y un motor de arrastre rápido que permitía tomar docenas de fotos seguidas. |
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