FOTOGRAFÍA SIN VERDADDesde tiempo inmemorial, la fotografía se ha retocado a pincel, se ha coloreado la foto en blanco y negro antes de que se inventase la película a color. Se utilizaban fondos de papel para simular selvas o paquebotes de lujo, se utilizaban ángulos e iluminación que agrandaban a las personas o las situaban en lugares donde nunca estuvieron. Tiempo después se hizo uso muy pronto de la fotografía amañada para favorecer o destruir la presencia de personajes políticos en actos notíciables.
Personajes históricos que desaparecen de la vida gráfica por conveniencia política, brazos saludando a lo fascista que esconden años después el gesto, caballos que sirven en ambas ocasiones para glorificar en bronce a dos dictadores: Mussolini y Franco. A mediados del siglo XIX nace la técnica del retoque, capaz de eliminar de la imagen los detalles molestos que la simple pose no lograba disimular, como eran las pecas, una nariz ridícula, las arrugas… En la exposición de Francia de 1855 se exhibieron por primera vez pruebas retocadas, lo que supuso el principio de sospecha de su valor esencial: la reproducción fiel de la realidad. Con su popularización y los avances tecnológicos la fotografía se incorporó a los medios de comunicación y desde entonces se ha ido convirtiendo en un instrumento fundamental para mostrar, invitarnos a admirar y denunciar lo que hay que corregir. La manipulación va ligada al nacimiento de la fotografía, pero que en la actualidad, y debido a la implantación de la imagen digital en el ámbito periodístico y en todos sus campos, los casos de deformación de la realidad han aumentado, ya que los procesos técnicos se han simplificado ostensiblemente a la hora de realizarlas. |